Cómo empezar una historia

La primera escena o introducción de cualquier historia siempre es complicada. No solo porque sentimos una gran presión a la hora de hacerlo bien ya que es la primera impresión que va a tener el lector, sino también porque nos enfrentamos a un mar de infinitas posibilidades que hacen que nos preguntemos cuál es la mejor forma de empezar esta historia.

Ejemplos de formas de empezar tu historia

1- El personaje pasa de una vida tranquila, rutinaria y/o perfecta a todo lo contrario: es la forma más común de empezar una historia ya que es muy efectiva. 

Por ejemplo: 

  • Bruce Wayne, un niño de familia adinerada, va a la ópera con sus padres y por salir antes sus padres son asesinados.
  • Marlin y su esposa se mudan a un sitio con maravillosas vistas ya que pronto van a ser padres, pero una barracuda mata a su esposa e hijos.
  • En Scooby Doo, los protagonistas resuelven un caso con éxito, pero luego tienen una discusión que hace que se separe el equipo. 

2- La historia ya empieza con un problema que por lo general suele ir a peor: Otra forma bastante común de empezar las historias ya que atrapa inmediatamente al lector debido al conflicto.

Por ejemplo: 

  • SAW empieza con un hombre despertando y descubriendo que ha sido secuestrado. A partir de ahí tendrá que usar su ingenio para salir de ese problema.
  • En la película de Joker, el protagonista trabaja como payaso y tiene una vida miserable, pero luego encima es apaleado y pierde su trabajo.
  • Cualquier historia que empieza con un despido, una ruptura, una muerte.

3- El personaje pasa de una vida mediocre a una gran oportunidad: Al contrario de los dos últimos ejemplos que van de bien a mal, o de mal a peor, en este caso vamos de mal a (aparentemente) bien.

Por ejemplo:

  • En el Diablo Viste de Prada, a pesar de causar una mala impresión inicial, la protagonista es contratada en una gran empresa de moda.
  • En Harry Potter, Harry es un niño que vive una vida miserable hasta que recibe una carta que le cambiará la vida.

Ejemplos de cómo NO empezar tu historia

Como hemos podido observar, los inicios de estas historias tienen siempre algo en común: van de un estado (bien/mal) a otro que es todo lo contrario o más extremo. Estos cambios de estado son muy importantes porque son los que hacen que el lector se sienta atraído a la historia. Entonces, siguiendo este pensamiento, es muy fácil saber qué tipo de inicios debemos evitar a toda costa:

1- Los inicios estables:

  • El protagonista tiene una mala vida y pasa a… una mala vida. Ni a mejor ni a peor, sino que sigue igual.
  • El protagonista tiene una buena vida y pasa a una… buena vida. No hay nada destacable que le ocurra que pueda llamar la atención.

Este tipo de inicios se tienen que evitar a toda costa porque, a pesar de que sean muy realistas (en nuestra vida diaria tenemos momentos de altibajos y momentos en los que no ocurre nada) en las historias no funciona de la misma forma. Hay que escoger los momentos más interesantes donde ocurre un hecho que cambia de forma circunstancial la vida del personaje.

2- Los problemas banales:

En muchas ocasiones, las historias tienen un conflicto externo que no está a la altura del interés de las personas. Sabemos que las historias deben tener conflictos para que la acción avance, pero esos conflictos no pueden ser cualquier problema fácil de solucionar, sino algo más serio.

Ejemplos de problemas banales:

  • Llegar tarde a clase o a algún lado: muy típico en las historias, pero realmente es un problema muy banal que no genera mucho interés.
  • Que se le rompa al protagonista el ordenador, el móvil o cualquier objeto: otra vez, son cosas que en nuestra vida diaria nos pueden parecer un gran problema, pero en las historias es aburrido. El problema debe ser de una magnitud considerable, que pueda cambiar o destruir por completo la vida del personaje.

3- Diálogos y descripción:

El exceso de uno de los dos también puede ser un motivo por el que el inicio es malo y la gente abandona la historia. Si ponemos demasiada descripción o pensamientos sin que ocurra nada externamente, vamos a aburrir al lector. Por otro lado, si ponemos mucha conversación banal sin que, de nuevo, ocurra nada relevante externamente, le vamos a aburrir de igual forma. (Esto no se refiere a ese tipo de conversaciones que en un inicio son aparentemente banales hasta que hay una gran sorpresa que revela que no era tan irrelevante como pensábamos). 

Ideas para inicios de buenas historias:

1-Resumen de su vida hasta la actualidad: 

Son esos montajes en los que ves la vida entera del personaje, desde que es pequeño hasta la actualidad. Si se escribe de forma creativa y se cuentan cosas interesantes, puede ser una buena forma de introducir al lector a la historia de la misma forma que le presentamos al personaje. 

Una forma increíble de resumir la vida de un personaje es a través de objetos, números o elementos. Si es por colores, por ejemplo, podemos empezar por el rojo del chupete cuando es bebé, el rojo de la mochila cuando va al colegio, el rojo de los labios de la primera chica que besa en el instituto y el rojo de sus manos cuando se da cuenta de que ha matado a alguien.

Así pues, tener un elemento de conexión o un hilo para explicar la vida de un personaje es una forma creativa, entretenida y visual de iniciar una historia.

2- Flash Forward: 

Empezamos en el futuro, y el resto de la historia es lo que ocurrió en el pasado. Similar a Moulin Rouge, cuando el protagonista escribe que su mayor amor ha muerto y el resto de la película es cómo se conocieron y enamoraron. Este tipo de inicios se utilizan cuando el escritor cree que su inicio no es muy potente.

En Moulin Rouge, la historia va de bien a mejor durante una gran parte de la película, y para evitar que el espectador piense que todo irá de rosas, los escritores decidieron poner al inicio que el interés romántico iba a morir. Es una forma fácil (y a veces errónea) de crear interés y evitar que el espectador se aburra.

3- El inicio es el mismo o muy similar que el final:

Una gran forma de conseguir que la historia se sienta redonda, satisfactoria y cerrada es hacer que el final y el inicio sean muy iguales. En este caso, el escritor tiene que tener claro uno de los dos para luego hacer la otra escena muy similar.

Por ejemplo:

El inicio empieza con unos niños pequeños jugando a ‘un, dos, tres pica la pared’ en un orfanato. Luego, ocurre toda una trama de terror en la que descubrimos que los niños de ese orfanato murieron y que la protagonista era la única que sobrevivió. La película termina con la protagonista jugando a ‘un dos, tres pica la pared’ con los fantasmas de los niños.

Al empezar y acabar de la misma forma le generamos al lector o espectador una gran satisfacción, ya que la historia se siente redonda. Se ve cómo han cambiado muchas cosas pero como a la vez algunas siguen igual.

Cosas que nunca debes olvidar al escribir:

1- Muchas veces tendrás que volver:

En muchas ocasiones, escribimos una primera escena que nos parece perfecta, pero a medida que continuamos la historia y vamos conociendo a los personajes, sus pasados y tenemos una idea más clara de lo que queremos transmitir con toda la historia, nos damos cuenta de que el inicio no era tan bueno como pensábamos.

Cambiar el inicio no es malo. Puede doler al principio, pero si crees que hará de tu historia algo más cohesionado, profundo y completo entonces es necesario.

2- Tesis en el inicio:

Todas las historias tienen una tesis, una idea que quieren transmitir. Muchas veces vamos a empezar una historia sin tener una tesis en mente y eso está bien, no es necesario tener la idea clara al principio, pero a medida que avancemos la historia sí que se podrá ver que aunque sea subconscientemente, estamos intentando explicar algo: que la sociedad está podrida, que el amor lo vence todo, que el odio genera más odio, etc.

Para que la historia se sienta más cohesionada, se debería ver una pincelada de la tesis que queremos explicar en el inicio. Eso significa que si empezamos la historia sin saber dónde queríamos ir, ahora que lo sabemos tenemos que modificar ese inicio para hacer ver que lo sabíamos desde el principio.

Un buen ejemplo:

La película ‘El Diario Secreto de Walter Mitty’ tiene una tesis muy clara: No malgastes tu vida, viaja, vive y vete de aventuras. 

Con esta tesis está muy claro cómo debemos empezar y terminar la historia: En el final de la historia el protagonista debe ser abierto y haber vivido muchas aventuras y, por lo tanto, en el inicio debe ser todo lo contrario: Una persona soñadora pero que a pesar de todo se pasa la vida trabajando en una oficina, dejando que le pisen y sin haber salido de su ciudad en su vida.

Así pues, saber la tesis de antemano te puede ayudar mucho a saber como debe ir la historia de principio a fin, pero si aún no lo sabes, lo único que tienes que hacer es seguir escribiendo y, cuando ya la descubras, retroceder tus pasos y meter pinceladas de esa tesis en toda la historia, como si siempre hubiera estado allí. Todos lo van a apreciar y la historia va a ser significativa.

Por admin

2 comentarios en «Cómo escribir el inicio de una historia»

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