La perfección es subjetiva, pero hay una fórmula que puede ayudarte a escribir una historia perfecta en menos de una hora.

¿Quieres escribir una historia narrativamente ‘perfecta’? La verdad es que la perfección es subjetiva, pero como en las matemáticas, existen algunas estructuras o fórmulas que, al seguirlas, te pueden ayudar a crear historias casi perfectas.

Con casi perfectas, nos referimos a cuentos mundialmente famosos como la caperucita roja, el patito feo, la sirenita, etc. pero también podemos referirnos a historias más complejas como El señor de los anillos o Harry Potter.

Y es que, aunque no lo parezca, todas estas historias tienen una estructura en común. Siguiéndola, se puede crear una obra fácil de seguir, lógica, con objetivos, problemas, y un desenlace. Algo que dicho así parece obvio y fácil, pero que no lo es tanto.

La fórmula de la perfección

Érase una vez, había un ____. Cada día, ______. Un día _____. Debido a eso, _____. Y por eso, _____. Hasta que al final ______. 

¿Eso es todo? Sí, es una formula simple pero eficaz. Rellenando esta frase, podemos crear casi cualquier historia icónica de los últimos (y no tan últimos) años. Vamos a comprobar si es verdad que funciona:

El señor de los anillos:

Érase una vez, había un Hobbit que vivía en una comarca. Cada día, el hobbit tenía una vida tranquila. Un día Gandalf apareció en la comarca y le dio un anillo maldito. Debido a eso, el Hobbit se vio obligado a destruirlo. Y por eso, tuvo que empezar un largo viaje lleno de peligros. Hasta que al final destruyó el anillo en Mordor y volvió a casa como un héroe.

Megamind:

Érase una vez, había un villano que se llamaba Megamind. Cada día, Megamind se enfrentaba a Metrocity, el superhéroe de la ciudad. Un día Megamind finalmente logró matar a Metrocity. Debido a eso, Megamind se sintió triste porque ya no tenía un rival ni una razón de ser. Y por eso, decidió crear otro superhéroe desde cero para tener un rival. Hasta que al final ese superhéroe resultó ser más malvado que Megamind, y Megamind se vio obligado a cambiar y convertirse en un héroe

Death Note:

Érase una vez, había un estudiante japonés muy inteligente que se llamaba Light. Cada día, era aburrido, y monótono para Light. Un día un cuaderno mágico cayó en sus manos, dándole la oportunidad de matar a cualquier persona cuyo nombre quedara escrito en ese cuaderno. Debido a eso, Light decidió matar a todos los criminales. Y por eso, un inteligente detective llamado L empezó a investigar quién era Light para detenerlo. Hasta que al final Light logró matar al detective.

Y podemos seguir así durante horas y días. Piensa en tus películas o historias favoritas e intenta insertarlas en esta fórmula, es muy posible que la mayoría se adapten casi a la perfección.

1. ¿Por qué funciona la fórmula?

Su éxito proviene de las preguntas que te obliga a responder. Te obliga a decir quién es tu protagonista, qué hace cada día, qué suceso ocurre que cambia su rutina, qué consecuencias provoca ese suceso, cómo lo afronta el protagonista, y cómo acaba todo ese problema.

Puede parecer una tontería, pero en muchas ocasiones, al ponernos a escribir, nos olvidamos de responder a esas preguntas tan necesarias, de forma que escribimos un cuento donde no ocurre ningún problema, o donde narramos una historia en la que no hay consecuencias, ni desenlace. 

Parece una tontería, pero más común de lo que pensamos, por eso esta fórmula puede resultar tan increíblemente útil a cualquier autor o escritor.

2. ¿Quieres comprobarlo? Ahora es tu turno, crea tu propia historia siguiendo estos pasos y respondiendo a estas preguntas. 

Érase una vez, había un… Describe a tu protagonista. ¿Qué tipo de persona es? 

Cada día… ¿Cómo es su día a día? ¿Qué hace? Es muy importante saberlo, porque vamos a cambiar su rutina muy pronto.

Un día… ¿Qué ocurre que cambia la vida o situación del personaje de forma irreversible? Puede ser algo muy positivo o muy negativo. La parte interesante de la historia empieza aquí.

Debido a eso… ¿Cuáles son las consecuencias de ese problema u oportunidad? ¿Cómo afronta el protagonista su problema?

Y por eso… ¿Qué otras consecuencias o eventos destacados ocurren en la historia a partir de las decisiones que toma el protagonista? 

Hasta que al final…. ¿Cómo acaba la historia? ¿Consigue resolver el problema? ¿Vuelve a su vida rutinaria de antes? ¿Si vuelve, es mental y físicamente, o solo una de las dos cosas? Esta distinción es muy importante. Tu puedes volver a tu vida de antes, pero haber cambiado internamente como persona.  

3. Proceso Paso a Paso

Ahora mismo vamos a crear una historia desde 0, para que veas el proceso que puede utilizarse.

3.1. Primero, pensamos en el tema del que queremos hablar. ¿De qué queremos que trate la historia?

El otro día estaba pensando en la película de Ratatouille, específicamente en el crítico de comida, un hombre que daba bastante miedo. Así pues, creo que sería interesante escribir una historia sobre un crítico de comida que es muy despiadado.

3.2. Piensa en por qué quieres escribir esa historia. ¿Qué quieres contar?

La verdad es que siempre he sentido curiosidad por los críticos. Son gente a quienes les pagan para dar su opinión en cosas que pueden ser tan subjetivas como el arte, la comida, la música, el vino, una película, o incluso un libro. 

Algunos críticos intentan ser lo más subjetivos posibles, pero también hay otros a quienes se les notan sus preferencias. Sus críticas están basadas en sus propios ideales, religión, política, etc. y pueden llegar a ser muy crueles.

Así pues, me gustaría contar una historia sobre este tipo de crítico. Intentar buscar razones por las que se comporta así, y darle una lección para que cambie. (Seguro que esta historia tendría malas críticas)

3.3. Una vez sabes de qué trata tu historia más o menos, y por qué quieres contarla, es hora de utilizar la fórmula:

Érase una vez, había un crítico de comida muy famoso y muy severo. Cada día, probaba manjares de restaurantes increíbles y les ponía una calificación. Sus críticas tenían tanta repercusión que había logrado que varios restaurantes cerraran. Hizo que cerraran incluso el pequeño restaurante de una familia pobre.

Hasta aquí tenemos la presentación del personaje, y lo que hace en su vida diaria. Así pues, hemos puesto en contexto al lector: tiene a un protagonista desagradable que hace cosas desagradables.

Claramente, a partir de aquí debe pasar algo que cambie la vida de este crítico. ¿Para bien o para mal? Cómo es desagradable y queremos que mejore como persona, haremos que le pase algo malo. Este es el Karma. 

Lo más importante es que, pase lo que pase, lo que escribamos a continuación va a ser el cuerpo de la historia. El libro tratará de cómo decidamos castigar al protagonista a partir de este momento.

Vamos a poner ejemplos de cosas malas que le podrían pasar:

  • Si queremos una historia de comedia/drama, podríamos hacer lo siguiente:

El crítico contrae una enfermedad que le dificulta sentir el sabor de la comida, hasta que pierde completamente el sentido del gusto. Finge que aún lo tiene para mantener su trabajo y miente en todas sus críticas, basándose en las opiniones de otro personaje que habremos añadido para meter humor y conflicto, ya que será la antítesis de nuestro protagonista. Al final le descubren y pierde su trabajo, pero puede que eso le ayude a ver que no tenía la razón en muchas cosas y eso le hace volver aún mejor que antes.

  • Si queremos una historia de acción/cultura/romance, podríamos hacer lo siguiente: 

El crítico coge un tren a la India puesto que le han invitado a hacer una crítica de un restaurante super famoso. El crítico nunca llega al restaurante porque su taxi es asaltado por un grupo de maleantes que lo querían secuestrar para pedir una recompensa. El crítico logra escapar con la ayuda de una india, que le lleva a su pueblo. Mientras espera por ayuda, el crítico se ve obligado a comer lo que le ofrecen (incluidos bichos) y a vivir una vida para nada glamorosa como a la que él estaba acostumbrado, mientras se va enamorando de la muchacha india. Poco a poco se va dando cuenta de que la comida a la que él crítica a la más mínima puede ser un lujo para los más desfavorecidos.

Como estos ejemplos se nos pueden ocurrir a miles, pero es importante recordar que todo lo malo que le pasa es una CONSECUENCIA de la vida DE CRÍTICO DE COMIDA que llevaba antes. Ambos ejemplos son muy diferentes entre sí, pero tienen eso en común. Así que cualquier problema que quieras darle a tu protagonista, tiene que ir en consecuencia a lo que hayas escrito al inicio.

  • Un mal ejemplo:

Al crítico le invitan a una mansión encantada y tiene que pasar el resto de la historia huyendo de fantasmas.

En este ejemplo, vemos que sí, le hemos dado un problema al crítico, pero este no tiene absolutamente nada que ver con la historia que estábamos contando desde el principio, por lo que estamos escribiendo una historia que no va a ningún sitio, no tiene tesis ni moraleja.

Para saber elegir el mejor problema para tu protagonista, hazte esta pregunta: ¿Qué es lo peor que le podría pasar en concreto a mi protagonista?

En nuestro ejemplo, sería: ¿Qué es lo peor que le podría pasar a un crítico snob de comida? 

  • Perder el sabor
  • Acabar en un sitio donde se comen bichos, y la comida no es un capricho, sino un lujo.

3.4. Una vez tenemos esto, hacer el final de la historia es muy, muy fácil:

Sólo puede haber dos opciones: que aprenda su lección, o que no la aprenda. 

Generalmente, si queremos que la historia guste a la mayor parte del público, vamos a hacer que aprenda su lección y mejore como persona.

¿Cómo hacer que se note que ha mejorado?

Poniéndole en la misma situación que se encontraba al inicio de la historia. Exactamente la misma escena, pero haciendo que su comportamiento sea diferente.

  • Al principio el crítico hace que un restaurante de una familia pobre cierre.
  • Al final, el crítico escribe una reseña muy positiva sobre ese mismo restaurante, haciendo que vuelva a hacerse popular y que puedan volverlo a abrir. Catarsis.

3.5. Siguiendo la fórmula, entonces, la historia al completo sería así:

Érase una vez, había un crítico de comida muy famoso y muy severo. Cada día, probaba manjares de restaurantes increíbles y les ponía una calificación. Sus críticas tenían tanta repercusión que había logrado que varios restaurantes cerraran. Hizo que cerrara incluso el pequeño restaurante de una familia pobre.

Un día el crítico fue invitado a uno de los restaurantes más famosos del mundo, pero el plato que le dieron a probar había sido envenenado, causándole unas secuelas al crítico que le hacen perder completamente el sentido del gusto. Debido a eso, el crítico decide no contárselo a nadie para no perder su trabajo. Intenta continuar haciendo críticas pero se da cuenta de que le van a pillar porque no sabe ni qué ingredientes llevan los platos, entonces un cajero del McDonalds y aprendiz de cocinero super inútil descubre su problema (encima es el cocinero del restaurante pobre-familiar que cerró por culpa del critico). Y por eso, el crítico le pide que no le cuente nada a nadie, que le ayudará a abrir su propio restaurante con sus buenas críticas si el chico a cambio le hace el favor de probar sus platos y le ayuda a escribir las críticas. 

Aquí vendría el nudo de la historia y donde el autor da rienda suelta a su creatividad: escenas graciosas, el crítico y el chico McDonald ‘s llevándose mal al principio pero progresivamente se van entendiendo mejor, el plan parece funcionar, se puede meter romance, viajes, problemas, mini aventuras, algún antagonista si no lo hemos metido ya, etc.

Hasta que al final se descubre lo que tenían montado el crítico y el chico y les cae una lluvia de críticas y problemas, pero el crítico, que ha aprendido mucho después de esa experiencia, hace un discurso sobre lo estúpido que es el mundo de la comida lujosa: La gente hace caso a las palabras de cualquiera. Si les dicen que una comida es perfecta, van como locos a probarla aunque sea un guisante de 1000 dólares. No aprecian la comida realmente, sino el estatus que les da probarla, un estatus que se pierde cuando descubren que se lo recomendaba un chico del McDonalds.

Al final, el crítico acaba dejando su trabajo como tal, pero no sin antes ayudar a los restaurantes a los que antes había destrozado, y también decide ayudar al chico a abrir su propio restaurante, como le había prometido. Después de estar tanto tiempo sin notar el sabor de nada, finalmente logra recuperarlo y está encantado. Ahora, hasta una hamburguesa del McDonalds le parece deliciosa.

4. Conclusión

Al final, la historia será más o menos buena según los datos y los detalles que usemos para rellenar la ‘fórmula perfecta’ pero si tienes clara la idea que quieres contar, la tesis que quieres transmitir, y vas añadiendo elementos creativos, la historia va a crearse sola, justo como esta misma, que solo ha llevado 10 minutos hacerla y que, desde un primer vistazo, tiene una estructura que funciona correctamente. 

Un ejemplo similar al crítico de comida que pierde el sabor:

‘Doctor Strange’, la película de Marvel, empieza con un cirujano muy talentoso y algo pedante que, por estar demasiado distraído, tiene un accidente de coche que le destroza las manos hasta el punto en que, se haga la operación que se haga, no puede volver a utilizarlas y, por ende, ya no puede volver a ser cirujano. (¡Hasta aquí es muy similar a la estructura de nuestra historia!)

Después de intentar varios métodos, Strange descubre que en el Tíbet hay alguien que puede ayudarle a recobrar el movimiento con el poder de la mente. Así pues, Strange va hacia allí y entrena durante mucho tiempo hasta conseguir la movilidad en sus manos. Pero quiere tener más conocimientos sobre esas prácticas, y acaba metiéndose en problemas con un ser que quiere usar esos poderes para el mal.

La película del Doctor Strange tiene un inicio muy similar al nuestro en lo que respecta a la estructura: Un profesional creído que, por su culpa, pierde lo que le hacía talentoso. Pero mientras nuestra historia sigue el curso de:

  • “Voy a fingir que sigo teniendo el sentido del gusto.”

La película del Doctor Strange sigue el curso de:

  • “Voy a buscar mil métodos para arreglar mi problema, incluso hasta el método más fantasioso.”

Con la decisión que hemos tomado nosotros (fingir tener sentido del gusto) nos sale una historia de comedia, en cambio, la decisión del doctor Strange (buscar una solución ‘irreal’) hace que su historia pase a ser de acción y superhéroes.

5. ¿Qué las diferencia?

La diferencia de nuestra historia con la del doctor Strange, es que la de Strange en ningún momento vuelve a recordar la razón por la que Strange quería arreglarse las manos: volver a ser cirujano. Eso no se vuelve a mencionar porque era una EXCUSA NARRATIVA para que Strange fuera al Tíbet a conseguir esos poderes. Su película no tiene una verdadera tesis, ya que pierde su significado al olvidar sus inicios, mientras que la nuestra es una historia enteramente enfocada sobre el mundo de los críticos de comida.

¿Qué historia es mejor? Eso es muy subjetivo y depende de cada espectador/lector.

He puesto el ejemplo del Doctor Strange para que veas que, a veces, la historia empieza de una forma y, en vez de seguir el hilo esperado, da un vuelco completamente diferente que puede resultar bien recibido, o mal recibido. 

El Doctor Strange podría haber fingido que sus manos aún funcionaban y haber seguido haciendo cirugías, lo que habría hecho que se convirtiera en una película de comedia surrealista.

Por otro lado, nuestro crítico podría haber ido al Tíbet para intentar recobrar el sentido del gusto y haberse convertido en un superhéroe, pero esa no era la historia que queríamos contar, porque se alejaba de la crítica al mundo de la comida que habíamos establecido en un inicio.

¿Hay más formulas perfectas como esta?

Las hay. Esta es la estructura más básica y simple que existe, por lo que es la mejor para gente que quiere empezar a escribir una historia con una base FUERTE y que FUNCIONA.

Luego hay historias como ‘Origen’, ‘Orgullo y Prejuicio’, etc. que tienen estructuras ligeramente diferentes que, por supuesto, también funcionan. Por ejemplo, en ‘Origen’ la historia empieza con la última escena, un flash forward, y luego vamos al principio, es una estructura difícil de seguir, mientras que en ‘Orgullo y Prejuicio’, la historia no tiene un gran problema que la protagonista tenga que solucionar, sino que van ocurriendo pequeños acontecimientos en la vida diaria de Elizabeth que son lo suficientemente entretenidos como para mantener interesado al lector. La estructura es muy fácil de seguir.

Más adelante vamos a analizar otros tipos de estructuras que puedes usar para tus historias, como el día de la marmota.

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