Worldbuilding: Las bases para escribir historias con elementos de fantasía

Esta sección es sumamente importante para los autores a quienes les gusta escribir historias de fantasía, ciencia ficción, surrealismo, terror y, en esencia, cualquier cosa que se aleje un poco de la realidad.

El worldbuilding (y las leyendas) vendrían a ser las reglas que inventamos para que estos mundos, elementos, criaturas o poderes irreales que escribamos, parezcan reales.

Por ejemplo:

Sin worldbuilding

La raza de los enanos y los elfos se odiaban entre sí.

Con Worldbuilding

Los enanos y los elfos una vez habían sido aliados, pero en la guerra de Los Tres Robles, la batalla más antigua y sangrienta contra los desertores oscuros, el general de los elfos decidió abandonar a los enanos a su suerte, resultando en innumerables muertes. Desde ese día, los enanos decidieron no confiar en los elfos nunca jamás. 

En este ejemplo, podemos apreciar como, sin worldbuilding, solo decimos que los enanos y los elfos se odian. Pero, ¿Por qué? ¿Por qué si? No lo explicamos, y eso hace que el mundo donde se desarrolla la historia parezca menos realista.

En cambio, con worldbuilding, damos una razón exacta de porqué los enanos y los elfos se odian. Por una guerra antigua. Además de eso, no solo lo llamamos guerra antigua, sino que le damos su propio nombre -Los Tres Robles-. Así pues, el mundo de nuestra historia parece más complejo, más real. No importa que los elfos y los enanos sean seres fantásticos, ahora entendemos sus posturas y opiniones.

Cuantos más detalles tiene una mentira, más real parece.

Ahora vamos a explicar con más profundidad cómo escribir worldbuilding para tus historias, pero antes que nada es muy importante recordar que cuantos más detalles le damos a algo irreal, más real va a parecer.  ¿Por qué decir que las hadas celebran navidad? Mejor di que celebran el festival de los pinos caídos, ya que para ellas, la navidad representa que los humanos talan varios pinos de sus bosques. No te quedes nunca en la superficie, deja fluir tu imaginación y, ante todo, intenta ponerte en la mente de la cultura que estás creando.

Tener todo esto en cuenta siempre te ayudará a crear mundos y seres ficticios que den la sensación de que podrían existir en este mundo y, por ende, van a inmergir más al lector en la historia.

WORLDBUILDING

Como dice la palabra, que en español es ‘Construcción del mundo o creación de mundos’ el worldbuilding es como se denomina a la creación de mundos fantásticos. 

¿Cómo construir el mundo de tu historia?

Para empezar, hay que saber diferenciar los niveles de worldbuilding que puede tener la historia que vayas a escribir. Hay 4 tipos +1 tipos principales:

1. Worldbuilding completo:

Es cuando tu historia ocurre en un mundo 100% imaginario. Ejemplos de mundos así serían ‘El señor de los anillos’, ‘La Leyenda de Zelda’, ‘Juego de Tronos’, ‘Star Trek’, ‘Avatar: la leyenda de Aang’.

En este tipo de mundos no hay absolutamente nada que ocurra en nuestro mundo tal y como lo conocemos, por lo que todo está ‘inventado’ (en estos mundos no vamos a ver ordenadores ni móviles, lo que si podremos ver son tabletas de comunicación a distancia, que es un móvil pero versión… única, o ‘la librería milenaria’ que podría estar basada en la biblioteca de Alejandría) Lo mejor del Worldbuilding completo es que tienes una libertad absoluta a la hora de sacar tu creatividad, lo peor es que tienes que construir un mundo entero desde 0, y eso, de forma bien hecha, lleva mucho trabajo, ya que es como si escribieras un libro de historia, humanidades, cultura, religión, razas, etc. de la nada. 

Consejo: Al ser un mundo creado completamente por ti, tienes que ir con cuidado en no meter pensamientos o juicios propios de nuestro mundo. Por ejemplo, la homofòbia que hay en el mundo actual surge de la religión, pero si en tu mundo fantástico no existe tal religión, ¿Entonces es necesario que haya homofobia? ¿Por qué debería haberla? Tal vez en tu mundo puede estar bien visto. Tener en cuenta este tipo de detalles que damos por sentados en nuestro mundo real, hará que tu mundo sea más único y lógico.

2. Worldbuilding alto:

Es uno de los worldbuildings más populares, y vendría a ser cuando un 10% de la historia es real, y el otro 90% es imaginario. Ejemplos de esto vendrían a ser ‘Peter Pan’, ‘Harry Potter’ o ‘Narnia’.

En este tipo de historias, el protagonista generalmente vive en nuestro mundo, el real, y es llevado a un nuevo mundo que puede ser completamente nuevo, como Narnia, o situado en un sitio algo más real, como en el colegio Hogwarts de Harry Potter. 

Este tipo de historias suelen ser muy populares entre los jóvenes porque ofrecen una gran sensación de escapismo: ‘Mi vida normal es muy aburrida, pero un ser mágico me lleva a un sitio más interesante’. A su vez, también es más fácil de escribir porque no se tiene que crear todo desde 0, ya que la base se encuentra en la realidad, y solo vamos añadiendo elementos o mundos fantásticos que el protagonista puede ver y analizar con un punto de vista más similar al nuestro (Es más fácil identificarse con Harry Potter, que con Legolas, por ejemplo, porque tanto Harry como nosotros hemos nacido en el mundo normal y vemos las cosas con un punto de vista similar)

 

3. Worldbuilding medio:

Es un mundo 50% real, y 50% imaginario. Generalmente son historias sobre futuros lejanos y distópicos como ‘Los juegos del hambre’, ‘El corredor del laberinto’, ‘Mad Max’ o ‘El juego de Ember’  donde sabemos que la historia ocurre en nuestra Tierra, no hay elementos ‘sobrenaturales’ porque «quien sabe, en un futuro que podría ocurrir» pero aún así, todo ese futuro está imaginado por el autor, incluida la cultura, las nuevas religiones, y cualquier otro gran cambio que se haya producido con el tiempo.

Debido a todos estos elementos, este tipo de obras se consideran muy mixtas y pueden resultar difíciles de escribir, ya que no estamos inventando desde 0, sino que estamos imaginando el futuro de un mundo que ya tiene unas reglas establecidas, por lo que hay que mantener cierto realismo terrestre, pero a su vez puedes añadir cualquier locura si lo explicas con suficiente convicción. 

Otro tipo de obras que podrían entrar en esta categoría serían historias donde lo real y lo imaginario está altamente ligado a la vida de todos los personajes, como ‘Hércules’, ‘La bella durmiente’ o ‘Ulises’. (Está basado en nuestro mundo, pero los Dioses y los seres mitológicos forman parte esencial y casual de la historia).

4. Worldbuilding bajo:

Son mundos 80% reales y 20% imaginarios. Es decir, pasan en nuestro mundo, pero hay elementos extraños o de magia en ellos. Ejemplos de eso podrían ser historias de miedo en general, ‘Las aventuras de Sabrina’, ‘La Momia’, ‘The Walking Dead’, ‘Piratas del caribe’, ‘Death Note’, ‘Toy Story’, o ‘Cómo entrenar a tu dragón’.

Este tipo de historias también son muy comunes y populares entre los jóvenes, ya que nos ofrecen una trama con protagonistas que, a pesar de vivir en un mundo normal, pasan por experiencias diferentes e imposibles. Este tipo de Worldbuilding requiere menos esfuerzo de creación que los anteriores, puesto que no hay que imaginar un mundo entero, sino dar pequeñas pinceladas de elementos específicos.

Por ejemplo, una historia basada en la vida de un Pirata que existió tiempo atrás se consideraría una obra realista. Si, por el contrario, hacemos que ese mismo pirata se enfrente a un pulpo gigante, a piratas fantasma, y a maldiciones, entonces estamos hablando de un Worldbuilding bajo, por los elementos fantásticos extras que hemos añadido.

5. Mención especial. Worldbuilding animal:

Pixar adora este tipo de Worldbuilding. Es cuando se crea una civilización y un mundo muy, muy similar al que conocemos, pero cambiamos a los humanos por animales u otro tipo de criaturas. Ejemplos de esto serían ‘Zootropolis’, ‘Buscando a Nemo’, ‘Monstruos S.A, University’, ‘El Espantatiburones’, etc.

Estas historias pueden parodiar muchas situaciones del mundo real (los tiburones de buscando a Nemo se basan en un grupo de alcohólicos anónimos, el perezoso de Zootopia se ríe de lo lenta que es la administración) o pueden imitar muchas situaciones o hechos históricos (En Bichos, el antagonista está basado en un dictador que domina a las hormigas, el proletariado)

Para crear este tipo de historias, Pixar se dedica a darle a los animales reglas, tradiciones y comportamientos humanos para que nos podamos identificar con ellos a pesar de que su mundo y su aspecto sean diferentes. Lo más difícil de escribir este Worldbuilding vendría a ser encontrar los puntos en común entre animales/monstruos y personas.

¿Cómo crear un buen Worldbuilding?

  1. Coge inspiración del mundo real. 
  2. No te bases demasiado en mundos que ya existen.
  3. Piensa en los pequeños detalles.
  4. Las cosas no ocurren porque sí.
  5. Por muy loco que sea, tiene que tener lógica
  6. Piénsalo todo muy bien antes de ponerte a escribir.
  7. Hazte un mapa, un árbol familiar, o rellena una plantilla con todos los detalles de tu mundo.

1. Coge inspiración del mundo real. 

Por muy creativo que quieras ser, si tu objetivo es que tu mundo ficticio parezca realista, debes basarte en nuestro propio mundo en cierta manera. Antes, cuando he dicho que los elfos y los enanos se odiaban, el lector se habría preguntado: ‘¿Por qué se odian?’ Pues bien, ¿Porque se podrían odiar 2 razas diferentes? Por guerras, por malentendidos, por incultura, por ignorancia, por racismo, por poder, por dinero, por traición, por tierras, etc.

Todos estos motivos son cosas que ya han ocurrido en nuestro mundo real, y al trasladarlas en una historia ficticia lo convierten en una ficción realista, porque los lectores pueden comprender esos motivos. 

Si, por el contrario, decimos que los elfos y los enanos se odiaban porque uhh cocinaban distinto, -un motivo muy original pero poco realista- los lectores se sentirán… muy extrañados y decepcionados con ese mundo. 

2. No te bases demasiado en mundos que ya existen.

No, no estamos contradiciendo el punto anterior. En este caso hablamos de no copiar otras historias de fantasía que ya existan. ‘El señor de los anillos’ marcó un antes y un después en la fantasía, y aunque te guste mucho esa historia, es importante no hacer un -copia y pega- de ese mundo en tus historias. 

Lo mismo con Harry Potter, ¿Cuántas historias de escuelas de magia habremos visto? Si bien el concepto de ‘Escuela de magia’ aún puede hacerse, añadir cosas como ‘Una división de alumnos por 4 casas según tu personalidad’ o ‘un elegido que debe vencer el mago malvado más poderoso de la historia’ puede resultar muy repetitivo y dar sensación de plagio. 

Puedes utilizar elementos que te gusten de las historias que te inspiran y modificarlos a tu manera, hacerlos propios, pero el mundo que construyas no puede ser idéntico a otro, porque los lectores se van a dar cuenta y eso no suele resultar bien recibido. 

3. Piensa en los pequeños detalles.

Como hemos dicho antes, cuanto más único y ‘tonto’ sea el detalle, más sensación de realismo va a causar. Por cada ser, lugar, elemento, poder, o escena que construyas, debes añadir pequeños detalles creativos y originales. ¡Incluso la comida puede ser un detalle que emocione al lector! Y si no recuerda el pan de Lembas, algo que se menciona en el señor de los Anillos y que aún hoy en día hay gente que cocina con ilusión.

Harry Potter también es un buen ejemplo de eso. La descripción de Hogwarts está llena de detalles: desde las escaleras que se mueven, hasta los cuadros vivos, los ogros en las mazmorras (¿Por qué metes eso en un colegio con niños?) el deporte de Quidditch, el ajedrez mágico, o el espejo que te enseña lo que más quieres. Que no te dé pereza inventar, la imaginación no tiene limite.

Además, como podrás apreciar, muchos de esos detalles no son realmente necesarios ni avanzan la historia, pero nos dan algo mucho más importante: nos meten en la historia, nos dan información que se nos queda en la mente por alguna razón, y crean una imagen muy clara, única y original del mundo mágico en el que nos encontramos. Eso es lo que convierte en una historia cualquiera de magia, en algo diferente, especial y memorable. (y con posibilidades de merchandising)

4. Las cosas no ocurren porque sí.

No seguir las leyes de nuestro mundo no significa que puedas hacer que todas las cosas ocurran porque sí. En el mundo de Hogwarts, hay muchas experiencias extrañas que pasan y cuya razón es ‘Porque la magia existe’. Esta razón es aceptable porque… es una escuela de magia pero, por otro lado, no debes olvidar que decirle a todo ‘Pasa por magia’ puede sonar a excusa, especialmente si es algo importante. 

Por ejemplo:

Versión 1: Harry estuvo a punto de ser asesinado por el Dementor, pero por alguna razón mágica e inexplicable, el Dementor huyó en el último momento.

Versión 2: Harry estuvo a punto de ser asesinado por el Dementor, pero utilizó el hechizo que su profesor le había estado enseñando durante todo el curso para enfrentarse a esos monstruos y consiguió derrotarlo.

En la versión 1, las cosas pasan porque si, ‘por magia’, mientras que en la versión 2, si bien Harry usa magia, no derrota al dementor porque si, sino porque había estado aprendiendo un hechizo especialmente para eso. Su magia ahí si tiene sentido.

Así pues, hay que recordar que las cosas importantes no ocurren porque sí, así que cada vez que escribas algo en una historia de fantasía, pregúntate el por que, y si la respuesta es:

1-Porque sí.

2-Una excusa muy poco convincente.

Entonces es mejor pensar en una opción más compleja, más original. 

5. Por muy loco que sea, tiene que tener lógica dentro de la historia.

‘Crepúsculo’ tuvo mucha repercusión en su época, pero si nos ponemos a pensar un poco en la lógica de la historia, nos daremos cuenta de que no tiene ningún sentido que un Vampiro de 500 años vaya al instituto. Y si el vampiro hace eso por gusto, es que muy normal no es. (Imagina repetir segundo de bachiller durante 80 años en vez de viajar por el mundo… Edward Cullen no estaba bien, pero es que sus otro cuatro hermanos tampoco)

Así pues, hay que intentar encontrar lógica al funcionamiento del mundo y al comportamiento de los personajes. Cuando escribas una escena que te resulte muy atractiva, pregúntate si el personaje, en las circunstancias en las que se encuentra, haría realmente eso. 

Si ves que no tiene sentido o que no lo haría, siempre puedes cambiar la escena, o inventarte algún motivo para excusar ese comportamiento tan extraño. (¡Pero debe ser una buena excusa!)

En este caso, podríamos decir que la familia de Edward va al instituto porque han tenido la premonición de que un ser peligroso que va a acabar con su familia en el futuro va a asistir al instituto, y por ello, los Cullen se ven obligados a asistir a las clases para investigar a los alumnos y encontrar a ese terrible ser al que deben destruir. Al final, Bella resulta ser inofensiva, y solo se convierte en un peligro cuando tiene a su hija con Edward y otros vampiros quieren matarles. Profecía cumplida).

Como se puede apreciar, es una excusa, pero al menos soluciona el problema de ‘Vampiro infeliz de 500 años sigue yendo al instituto por voluntad propia).

6. Piénsalo todo muy bien antes de ponerte a escribir.

En muchos casos, nos encontraremos historias donde en el capítulo 1 te dicen una cosa, y en el 40 te dicen otra que lo contradice. ¿Por qué? Porque el escritor no tenía las reglas de su mundo completamente claras en su cabeza. Justo por eso, es importante tener muy claro cómo funciona el mundo/los poderes/etc antes de ponerse a escribir la historia.

Ejemplo con Worldbuilding erróneo

Página 30

Lancelot utilizó un hechizo muy poderoso para matar al ogro que estaba aterrorizando la escuela.

Página 260

Lancelot intentó detener al antagonista abalanzándose sobre él, pero el antagonista le mató con su magia oscura.

…Hey, ¿Por qué Lancelot ha intentado matar al antagonista de esa forma? ¿Por qué no ha usado el super hechizo que utilizó contra el ogro? Hmmm… ¿Es que el autor se ha olvidado o lo quería matar si o si?)

Ejemplo con  Worldbuilding correcto

Página 30

Lancelot utilizó un hechizo muy poderoso para matar al ogro que estaba aterrorizando la escuela.

Página 260

Lancelot intentó detener al antagonista con el mismo hechizo que había utilizado contra el ogro tiempo atrás, pero no tuvo ningún efecto contra el antagonista, que se río y le dijo “¿No lo sabías? Este hechizo solo sirve para seres mágicos.”

Lancelot abrió mucho los ojos. “Espera… ¿Entonces, qué eres tú-?” Antes de que pudiera terminar de hablar, el antagonista utilizó un hechizo prohibido que hizo que el cuerpo de Lancelot se partiera en mil pedazos.

“Solo soy un humano. Sorprendente, verdad?” dijo con una sonrisa despiadada.

En esta versión, hemos tenido en cuenta los poderes de Lancelot, pero a su vez hemos explicado porque un hechizo tan fuerte como el del ogro no ha funcionado sobre el villano: Worldbuilding. 

7. Hazte un mapa, un árbol familiar, o rellena una plantilla con todos los detalles de tu mundo.

Siguiendo con lo que hemos dicho en el punto anterior, antes de escribir tu historia siempre es recomendable crear un documento únicamente destinado a escribir sobre el mundo nuevo, de tal forma que cada vez que se te ocurra algo, quieras rellenar alguna característica, se te olvida algún dato, etc. siempre puedes volver al documento, como si se tratara de una chuletilla.

Otro buen uso del documento es que, al tener toda la información junta, puedes leerla ordenadamente y darte cuenta de si este mundo o poder que has creado tiene sentido, es lógico, y funciona por sí solo.

Por ejemplo, en muchas ocasiones vamos a ver historias en las que dicen que hubo una gran guerra entre dos enemigos hace 4.000 años, y que aún hay secuelas de esa guerra. ¿Es eso posible? ¿Podemos nosotros notar las consecuencias de lo que hicieron en el antiguo Egipto? Igual sería más adecuado poner menos años para que el conflicto fuera más reciente y personal, etc.

Por admin

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