Aprende a presentar a tus personajes de forma memorable en tus historias
Cuando un personaje importante aparece por primera vez en la historia, podemos hacer dos cosas:
- Escribir la escena de forma casual, siguiendo el ritmo de la historia sin nada demasiado sorprendente o, por el contrario,
- Podemos escribir una escena ‘única’ y personal que sirva específicamente para introducir a ese personaje. Como si le estuviéramos dando un traje a medida, y no uno comprado en cualquier tienda.
Entiende el concepto con los siguientes ejemplos:
- Ejemplo del tipo 1:
John Watson entró en su nuevo piso compartido. Allí conoció a Sherlock Holmes, un hombre inteligente y estrambótico. Sherlock le dijo que era un detective y que resolvía casos en todo Londres. Además, le dijo que buscaba un ayudante, pero Watson en un principio se negó.
- Ejemplo del tipo 2:
John Watson fue a visitar a su futuro compañero de piso, que se encontraba investigando unas muestras de asesinato en un laboratorio. Sherlock, sin apenas mirar a Watson, y con un tono de sabelotodo, adivinó exactamente todo sobre él: desde que era ex soldado, hasta que tenía una hermana borracha y que buscaba compañero de piso. Watson pensó que Sherlock era muy inteligente, pero también terrible tratando con la gente. Aún así, una cosa era obvia: Sherlock era un gran detective.
En estas dos escenas, estamos presentando a Sherlock a través de los ojos de Watson. En el tipo 1, lo presentamos de forma muy casual y típica: Sherlock está tranquilo en su apartamento, sin hacer nada, se presenta a John y le dice que es un detective.
En el segundo caso, la escena ocurre en un lugar más especial: en un laboratorio. Además, Sherlock no está quieto: está analizando un caso de asesinato. En ningún momento le dice a John que es un detective, sino que se lo demuestra con sus deducciones. Solo con esa escena, nos hacemos una muy buena idea de qué tipo de personaje será Sherlock Holmes.
¿Cuál de estos dos tipos es mejor introducción de personaje?
En general, la gente va a elegir la segunda introducción. ¿Por qué?
1- Porque se te queda en la cabeza. Al ser menos común y más trabajada, la escena es memorable y eso es muy importante. Nunca recordaremos una escena de introducción ‘normalilla’, pero sí una que se aleja de ello.
2- Resume la esencia del personaje en una sola escena. Las tres características principales de Sherlock son que es un excelente detective, que se le da mal tratar con la gente de forma normal, y que es un sabelotodo. En la primera escena, estas características no se aprecian tan bien ni de forma tan directa, pero en la segunda sí y eso nos gusta.
3- La calidad y la originalidad. Es muy fácil hacer que un personaje entre por la puerta y diga quién es. Lo difícil es pensar en una escena que resuma su esencia, sea memorable y además, sea muy interesante y fluya de forma natural con la trama.
¿Cómo escribo una gran introducción de personaje?
1. Piensa en quién es tu personaje.
Para empezar, tienes que entender a tu personaje. ¿Qué tipo de persona es? ¿Cómo es su personalidad? ¿Qué características son las más llamativas? ¿Qué papel juega en la historia?
Es muy importante tener esto claro porque entonces vas a tener más facilidad para saber qué cosas debes remarcar en su introducción. Por ejemplo, si tu personaje es un mentiroso, su escena debería empezar con algo que dice que nos parece real, y luego demostrar que es una gran mentira.
2. Piensa en una situación interesante y a medida.
Una vez sabes el tipo de personaje que es, piensa en qué tipo de ambiente o situación podrías presentarlo. Por ejemplo, si es un doctor, podrías introducirlo en un hospital, o en la parada de tren cuando un ocupante se ha desmayado, por lo que el doctor debe ir a socorrerlo, o en otra situación donde el personaje pueda enseñar su potencial de doctor.
La idea es que pienses en una situación/lugar no genérico, sino algo especial que potencie las características de tu personaje, que pueda enseñar con facilidad qué tipo de persona es o va a ser. Algo único que le vaya a medida.
Por ejemplo, si es un personaje que en un futuro va a convertirse en el interés romántico de nuestro protagonista, su introducción puede ser el momento perfecto para enseñarnos qué química y dinámica va a tener con el protagonista, y no algo típico como simplemente hablarse para ir a tomar un café.
3. Haz que la introducción se vea natural pero llamativa en la historia.
Asegúrate de que la introducción quede natural: a pesar de que hemos dicho que la presentación debe ser única, no hay que extralimitarse y hacer una escena demasiado exagerada o irrealista (a no ser que ese sea el estilo de tu historia)
Por ejemplo, en el Diablo Viste de Prada, la antagonista es la jefa de la protagonista: Una mujer que dirige una revista de moda y a quien todo el mundo le tiene miedo.
Para demostrar el tipo de persona que es, la película nos la presenta saliendo del coche con unos agresivos tacones rojos. La vemos entrar en su trabajo mientras todo el mundo se aparta para dejarla pasar, como si tuvieran miedo. Incluso cuando entra en el ascensor, hay una chica dentro que le pide disculpas y… ¡SE SALE DEL ASCENSOR! Esta introducción de personaje nos muestra claramente que la jefa es elegante, poderosa y que todo el mundo le teme, y no hay por qué decirlo directamente, ya que se ve a la perfección con la reacción de sus empleados.
En solo su introducción, ya sabemos cómo va a ser durante toda la película, y no hemos tenido que hacer algo demasiado exagerado como enseñarla golpeando a un empleado o despidiendo a alguien, por ejemplo. Simplemente hemos cogido una escena muy simple (ella entrando en su oficina) pero la hemos llenado de pequeños detalles que marcan la diferencia y nos dan las pistas suficientes para comprender el personaje.
Para hacer esto, el escritor habrá pensado: “Vale, mi personaje es esta mujer que lleva muchos años trabajando en el mundo de la moda. Es la jefa de una revista muy popular y la llaman ‘La dragona’ por lo fría, despiadada y calculadora que es. ¿Cómo puedo demostrar que es ese tipo de persona desde el inicio? Y a partir de aquí, empieza el proceso de creación.
Tipos de introducciones:
Las introducciones son infinitas, puesto que dependen de cómo sea el personaje, la historia y un poco todo en general. Aún así, vamos a ponerte algunos ejemplos para que te ayuden a inspirarte a la hora de escribir introducciones para tus personajes.
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Introducción que engaña a primera vista
Estas introducciones son especiales, porque en vez de enseñarnos la esencia del personaje, ¡nos enseñan todo lo contrario!
Un ejemplo podría ser Arsène Lupin, de la serie de Netflix. El protagonista es presentado como limpiador de un museo, alguien pobre, que viste de forma informal y que pasa desapercibido.
Eso, por supuesto, es todo lo contrario a lo que representa el personaje: un ladrón caballeroso, rico y elegante. Esta introducción está hecha a propósito para engañar al espectador y hacerle creer que el personaje va a ser de una manera, y luego demostrar que es todo lo contrario.
Estas introducciones suelen ser muy interesantes ya que vienen con una gran sorpresa. Si tienes un personaje que esconde su verdadera identidad, tiene una doble vida, engaña, o pretende ser lo que no es, hacer una introducción que sea todo lo opuesto va a ser una espectacular forma de representar un personaje que dará mucho de qué hablar.
Otro ejemplo sería El Espantatiburones (sí, esa película) donde vemos a Oscar en un apartamento chulísimo, hasta que descubrimos que realmente estaba delante de un anuncio de pisos de lujo y que en realidad Oscar es un limpiador pobre que vive en la miseria. (todo lo contrario a Arsène Lupin, pero han usado la misma técnica)
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Introducción del antagonista
¿Quieres que el antagonista dé miedo de verdad desde el principio? Entonces tendrás que trabajar muy bien su primera escena, porque ahí es donde le vas a enseñar al lector lo horrible que puede llegar a ser.
Por ejemplo, en Skyfall, la película de James Bond, el villano tiene una introducción muy llamativa: James Bond está atado, mientras el antagonista se acerca lentamente a él, diciendo una metáfora espeluznante sobre un ratón. Lo que llama la atención de esa presentación es su tranquilidad y lo qué dice.
(Utilizar monólogos para introducir a un personaje a veces no va a funcionar, ya que es algo que puede resultar muy extremo y antinatural, pero si el diálogo es muy bueno, y lo que el personaje dice resume de forma poética su forma de pensar, ideales, etc. entonces se puede lograr una introducción muy chocante.)
Por otro lado, tenemos a Davy Jones, el capitán de un barco fantasma. En su introducción, Davy Jones ha atrapado a varios marineros y les pregunta si quieren formar parte de su tripulación. Cuando le dicen que no, los mata sin ningún miramiento.
Davy Jones no vuelve a reclutar a gente en el resto de las películas. ¿Por qué? Porque esa primera escena solo se creó para su introducción, era una excusa para enseñar un poco cuál es su rol como capitán del Holandés errante, además de mostrar lo cruel que puede llegar a ser.
Hay dos tipos de antagonistas: Los que sabes que son antagonistas desde el inicio, y los que no.
- Si se descubre que es el antagonista más adelante y quieres que nadie lo sospeche: En su primera introducción puedes mostrarle como alguien inofensivo, bueno, agradable. En definitiva, engañar al lector, y cuando ya se revele que es el villano, puedes volver a introducirlo, pero está vez enseñando realmente qué tipo de persona es. Un ejemplo de antagonista de este tipo es Hans, de Frozen.
- Si va a ser el antagonista más adelante y quieres que la gente comprenda su motivación, en su primera escena enseña qué tipo de injusticia está sufriendo. Haz que al lector le resulte fácil identificarse con su sufrimiento, de esta forma, cuando haga algo horrible, el lector tendrá en mente cual es el origen del personaje y porque hace lo que hace.
- Si se sabe que es el antagonista desde el inicio, entonces enseña qué es lo que hace que sea un gran obstáculo: son ejemplos como el villano de James Bond, Davy Jones o Miranda, la jefa del diablo viste de prada.
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Introducción del interés romántico
El interés romántico no va a ser presentado de igual forma en una comedia romántica, que en una película de terror, superhéroes o drama. Tampoco va a ser presentado de la misma forma si la historia se centra mucho en la parte amorosa (en ese caso, se le dará más importancia a la química que tienen) que si es presentado en una historia donde importa más el plot y el romance es muy secundario.
Sea lo que sea, nunca está de más hacer que la introducción del interés romántico sea más especial que, digamos, la presentación de cualquier otro personaje secundario, porque si no lo hacemos, va a pasar lo siguiente:
Por ejemplo: En una historia como Harry Potter, si nos basamos en las películas, la presentación de Ginny no llama la atención, el personaje siempre es poco relevante y no se aprecia su química con Harry Potter. Cuando empiezan a salir (en las películas) la relación se siente extraña porque no se ha podido apreciar nada romántico entre los personajes desde un inicio. Si les hubieran dado una primera escena con mucha química, no nos habría extrañado tanto que terminasen juntos.
(¿Por qué lo hicieron mal en las películas? Es muy fácil, porque los guionistas aún no sabían que Harry y Ginny terminarían juntos. Si lo hubieran sabido, seguro que habrían hecho una introducción mucho más especial)
Por otro lado, en Orgullo y Prejuicio, cuando Elizabeth y el señor Darcy se conocen durante el baile, Elizabeth es rechazada, además de que escucha como Darcy dice que no es muy guapa, por lo que ella encuentra una forma audaz de reprocharle.
Como se puede apreciar, en la primera escena donde se están juntos, ya podemos entrever qué tipo de relación van a tener: Una donde él parece reacio a estar con ella porque es orgulloso, y donde ella, con prejuicios hacia él, utiliza su inteligencia para sorprenderle. Con esa introducción, ya nos queda clara su relación y la química que tienen. Es una buena presentación del interés romántico, pero también es normal porque el amor tiene un gran peso en Orgullo y prejuicio.
Así pues, cuando introduzcas el interés romántico de tu protagonista, debes seguir unas reglas muy similares a las que se han dicho al inicio:
- Piensa en qué tipo de relación y dinámica van a tener los personajes.
- Decide cuál es el momento y situación más apropiados para que se conozcan y puedas potenciar esa dinámica que quieres mostrar.
- Haz algo diferente y original, pero que resulte natural.
Por ejemplo:
Tu protagonista es un policía muy serio, y quieres que su interés romántico sea una chica rebelde, completamente diferente. ¿Qué tal si el policía y la chica se conocen en un interrogatorio porque la chica se ha visto metida en un apuro? ¿No es eso más interesante que conocerse en un bar cualquiera o andando por la calle? Aquí, hemos considerado la dinámica que van a tener, hemos decidido un momento y lugar diferentes para que se conozcan y se potencie esa dinámica, y además hemos hecho una escena bastante original y memorable. Así de fácil.
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Introducción del protagonista
Por supuesto, la introducción de tu protagonista es muy importante también, aunque en este caso puede ser más complicado, ya que generalmente su presentación va a estar ligada con la presentación de la historia en sí.
Por ejemplo, la introducción de Batman no nos dice nada sobre la personalidad de Bruce Wayne: es solo un niño pequeño que va al teatro con sus padres y le tiene miedo de los murciélagos. ¿Por qué no nos dice nada? Porque es una introducción que está ligada al plot: debido a que Bruce Wayne tiene miedo a los murciélagos, se va antes del teatro y sus padres son asesinados. En este caso, su personalidad no nos importa, lo que importa es la introducción de la historia y enseñar qué suceso va a motivar a Bruce en un futuro a convertirse en Batman y luchar contra el crimen. Esta introducción, a pesar de no decirnos nada sobre la personalidad de Wayne, nos dice su futura motivación, y eso también convierte a la historia en un gran inicio.
Por otro lado, tenemos la introducción de Andrea, la protagonista de El Diablo Viste de Prada. Al principio de la película, vemos a Andrea prepararse para una entrevista de trabajo y observamos que no le interesa nada la moda o el cuidado estético: casi no se cepilla el pelo, se pone una camiseta cutre, come bollería con ajo de camino, y va a la entrevista en metro, mientras que a su vez, vemos a otras chicas con el mismo trabajo que tienen vestidores enormes, solo toman un café, su apartamento es de lujo, y van al trabajo en taxi.
Al contrario que en la presentación de Batman, la introducción de Andrea sí que nos dice todo lo que necesitamos saber sobre su personalidad. Bruce Wayne es un vehículo para contar un concepto, mientras que la personalidad de Andy si que va a jugar un papel más importante en la historia.
Ambas presentaciones son correctas, la diferencia es que en Batman se le da más importancia a la trama, mientras que en el diablo viste de prada prefieren enseñarte claramente la personalidad de Andrea.
Así pues, la diferencia de una presentación de protagonista dependerá según quieras darle más peso al plot de la historia, o a la personalidad del protagonista.
Si te importa más el plot, pero también quieres enseñar la personalidad de tu protagonista, tienes varias opciones…
- 1. Haz que tu historia empiece con otro personaje o escena, y luego pasa a tu protagonista.
Por ejemplo, empezar la historia con Watson para así presentar a Sherlock más tarde. O en Piratas del Caribe: la maldición de la perla negra, que empezamos con Will y Elizabeth de pequeños, y Jack no aparece hasta más adelante. Por ello, su introducción no está tan ligada con el plot y se le da más importancia a su personalidad: Jack llega al puerto en un barco que se hunde, mostrando que es un pirata muy gracioso y con recursos.
- 2. Empieza tu historia con plot, y vuelve a introducir a tu personaje más adelante.
Por ejemplo, en la película de Guardianes de la Galaxia, la historia empieza con Peter Quill de niño en el hospital, perdiendo a su madre. Peter, muy triste, se va corriendo y un ovni lo abduce. Esta primera escena no nos ha dicho nada de la personalidad de Peter, pero en la siguiente, le vemos de mayor, con 30 años, bailando y siendo un rompecorazones mientras caza tesoros: Esa es su presentación real.
En este caso, lo que han hecho es poner la presentación de plot al inicio, y luego han escrito la introducción verdadera del personaje más adelante.
- 3. Intenta escribir una introducción donde se aprecien tanto el plot como el personaje por igual:
Por supuesto, la sugerencia final es que busques una manera de potenciar ambos en la primera escena. En muchas ocasiones no podrás y no va a pasar nada malo (el inicio de Batman es icónico, nadie lo va a negar) pero si está en tu mano, nunca está de más intentarlo.
Un ejemplo de inicio con plot + introducción de protagonista a medida puede ser el principio de Iron Man: donde vemos a Tony Stark en un coche militar, charlando con uno de los soldados: apreciamos que es un hombre millonario, inteligente, muy creído y poco empático que se dedica a fabricar y vender armas: es decir, una introducción que resume el personaje. Por otra parte, su coche es atacado por terroristas y Tony Stark es secuestrado: aquí tenemos la parte del plot.
En muchas ocasiones no se podrán conseguir ambas cosas en la primera escena, pero aquí habéis visto varios ejemplos de diferentes inicios que podéis hacer.
No podrás hacer grandes introducciones para todos los personajes
Como decíamos, algunas veces, el plot te va a impedir presentar a tu personaje de una forma super especial, pero no hay que preocuparse. En general, debes enfocarte en introducir bien a los personajes principales de la historia, mientras que los menos importantes o secundarios pueden sobrevivir con una escena más normal, eso sí, no te olvides de añadir algún diálogo o acción donde se aprecie con claridad qué tipo de personas son.
El objetivo es diferenciarlos del resto de personajes menos relevantes con cualquier detalle que se te pueda ocurrir, desde su diálogo, hasta sus acciones, gestos o descripción.
Excepciones de introducciones
¿De verdad quieres darle una introducción importante al asesino de tu historia? Exacto, en las historias donde no queremos activamente que se sepa que un personaje es importante, vamos a intentar ocultar lo máximo posible su relevancia con una escena inicial donde el personaje sea casi invisible, o parezca naturalmente inocente, agradable o ridículo.
Historias donde todos los personajes relevantes aparecen a la vez:
También habrá escenas donde se introduzcan muchos personajes a la vez (digamos que más de 4). Como una comida familiar, una clase de alumnos, unos personajes encerrados en un ascensor… ¿Qué se puede hacer en ese caso?
Personalmente, mi opinión es la de divide y vencerás.
¿Qué significa eso? Que si está en tu mano, evita presentar a todos los personajes a la vez. ¿Por qué? Porque vas a agobiar al lector, principalmente. Un libro no es lo mismo que una película. En una película ves las caras de los actores, te es más fácil diferenciarlos, pero en un libro es más complicado recordar tantos nombres, personalidades e información nueva, de forma que si mucha gente desconocida habla a la vez, es posible que el lector no se acuerde ni de la mitad.
Como escritor, tu deber es escribir de forma interesante y que se pueda comprender con relativa facilidad. Por eso mismo, evita escribir escenas con muchos personajes nuevos y relevantes a la vez.
Si quieres escribir una comida familiar, por ejemplo, presenta a los familiares de poco a poco. Crea una escena donde el protagonista primero conoce a sus suegros en el recibidor de la casa, que luego se encuentre a la hermana cocinando sola en la cocina, que los nietos estén correteando en el jardín y le pidan la opinión sobre un videojuego, que los abuelos le enseñen la casa y le hablen de la historia familiar, etc. y luego, cuando cada personaje haya sido presentado de forma única y representativa: ya puedes escribir la comida familiar.
Así el lector se acordará perfectamente de quién es quién, porque habrá pasado un rato leyendo sobre cada uno de los personajes por separado, y de esta forma, la escena de la comida se le hará mucho más entretenida y relevante que, digamos, leer 10 nombres diferentes presentándose y soltando mucha información a la vez.
Esta sección es muy importante, pues este es uno de los errores que suelen cometerse con regularidad. Como autor, es normal que te conozcas al dedillo a todos tus personajes, pero siempre tienes que pensar en el lector, alguien que no sabe nada.
Además, darles un pequeño momento por separado a cada personaje no solo hará que el lector no se confunda, sino que podrás aprovechar para introducirlos de forma más personal, privada y compleja. Les estarás dando un pequeño momento para enseñar la esencia de quiénes son.
Piensa en tu personaje favorito, ¿Cómo lo introdujeron en la historia?
Como nota final, intenta recordar como fueron presentados tus personajes favoritos. ¿Su introducción hizo que te llamara la atención el personaje desde el inicio? ¿O no fue una gran introducción y te empezó a gustar más adelante?